jueves, 9 de diciembre de 2010

SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA

Es un pilar en la arquitectura bizantina. Fue construida junto al lado del palacio de Justiniano de Antemio  de Tralles e Isidoro de Mileto. Es muy peculiar porque aúna la tradición clásica grecolatina y la tradición constructiva oriental.
La planta de Santa Sofía de Constantinopla es una mezcla entre un gran espacio cupulado en forma de cruz griega y la tipología basilical, todo ella en un rectángulo. El centro del santuario está encabezado por una cúpula de 31 metros de diámetro que descansa sobre dos semicúpulas, y éstas a su vez en otras dos cúpulas de pequeño tamaño.
Cuatro grandes arcos de medio punto son sostenidos en el templo por cuatro grandes pilares que son a su vez reforzados por pilares macizos. Las naves laterales están divididas en dos pisos. El primer de ellos es denominado una tribuna, reservada para los mandatarios.
Los contrafuertes son exteriores  y sirven para contrarrestar el peso de las naves. Este sistema da un efecto diáfano  al lugar gracias también a los vanos que se abren al exterior.
Esta joya del arte bizantino destaca por su sobriedad  decorativa en el exterior. El elemento más destacado es la cúpula en la que abundan los contrafuertes y los vanos. Esta basílica fue transformada en mezquita en la época otomana de ahí su aspecto caótico.
      Esta imagen se encuentra bajo licencia. http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.es

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